El Elefante Blanco quiso ser el hospital más grande de Latinoamérica, pero nunca lo logró. La Revolución Libertadora se encargó de suspender el proyecto y abandonarlo tratando de borrar todas las huellas del peronismo que incluían a este gigante. Fue ocupado por familias pobres durante muchos años. En 2007 la fundación de Madres se encargó del lugar realizando algunas mejoras. También Trapero filmó en el lugar su película homónima, tomándolo como escenario central. Finalmente en Noviembre del 2017 la legislatura porteña aprobó el proyecto de demolición con la intención de utilizar el predio para la construcción de un Ministerio.